martes, 24 de mayo de 2011

sintiendo mi respiración

Sin ojos, el ritmo de la respiración me quema desde mis adentros y la temperatura de tu aire me calienta los labios. Vibro, te quiero comer empezando por esos labios que se prestan sin conocer el peligro de ser devorados. Pienso en el calor de la sangre resbalando por la piel y su sabor a hierro mientras la lamo sin dejar de temblar, de placer. ¿Por qué eres tan sensual? Pierdo mi razón y me excito demasiado. No te resistas más, sólo llevarás las cosas al extremo. Hay cosas inevitables...