sábado, 17 de abril de 2010

Una por encargo...

Penetrando en las profundidades a embestidas desgarradoras la vida daba paso ensangrentada y quejosa rodeada de gritos y gemidos que la hacían vibrar a frecuencias insospechadas.
Las manos sudorosas de placer tiraban de la carne con ánimo de desprenderla, la mordía y su acidez impulsaba la desesperación por recorrerla toda y sorber el calor y el deseo candente.
Mas cayeron juntos y pegados con alientos ágiles y pasiones calmadas. Ritmos acelerados se confundian entre ambos corazones...

4 comentarios:

Shilia dijo...

Dedicada a mi Sancho que me acompaña en cada paso que doy y que me anima a escribir (me obliga ;) y a seguir con lo que sea...

Un abrazo enorme

oxnex dijo...

Mire vuestra merced, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que volteadas del viento hacen andar la piedra del molino.
Ahora, luego tu haz lo que quieras. ;-)

Cocon dijo...

...con los músculos nerviosos y el pensamiento distendido, escalando por las curvas, los picos, socorriéndose en las grietas, sus suspiros se mezclaban...

Shilia dijo...

Gran aportación Cocon...