jueves, 23 de julio de 2009

Un gran aroma...

Tras una noche en la que la temperatura había impedido el sueño merecido, el día parecía imprimir las fuerzas que faltaban para continuar sonriendo. Días de verano con un amanecer tibio capaz de erizarte al rozar tu piel con los primeros rayos de sol.
Los días empezaban pronto, y con el paso al aire libre, el camino estaba trazado con formas poco sinusoides, más bien rectas. Siempre encontraba el aroma del baladre en el mismo punto, y siempre se llevaba consigo la flor que la alegraría durante gran parte del día. Era como poner un poco más de vida, color, aroma, un poco más... Era algo suyo, y esa misma sensación le reconfortaba. Un primer contacto con el mundo requería la inspección de correos, y ese hecho la irritaba sobremanera. La comunicación había quedado mutilada irremediablemente, y sólo podía conducir a confusiones y decepciones tras descubrir que miles y miles de palabras siempre son incapaces de abrirte a una persona. Que miles y miles de palabras se pierden ante un gesto. Sin embargo se abrumaba ante frases con una delicadeza capaz de seducirla una y otra vez. A pesar de la incredulidad, seguía buscando algo capaz de emocionarla, alguien capaz de emocionarla con una frase, aun con la ya perdida esperanza de hallar tras ella el calor impreso. Después las horas pasaban con la rapidez deseada, la gente entraba y salía de su vida de forma ágil y dinámica. y eso la animaba minuto tras minuto. Los paseos escasos la refrescaban, las sonrisas y bromas del resto le hacían reír, las tareas la ocupaban, y mientras tanto la flor iba recolocándose entre el flequillo cada vez más retorcido.
Al final de la mañana, los rayos de sol se habían multiplicado considerablemente, la flor quedaba marchita, las frases habían quedado grabadas en sensaciones, y la vuelta a casa consistía bien en el pensamiento, bien en sentir el ligero vientecillo que le ondulaba el flequillo a su antojo. De nuevo el aroma a baladre le recordaba que mañana estaría de nuevo enmarañado en su flequillo, y una ligera sonrisa la recorría...

2 comentarios:

sintijeras dijo...

sigo pensando que el mundo ha perdido a una gran escritora y profresional de las Humanidades...
juafran

Shilia dijo...

Se hará lo que se pueda en este espacio, que además me hace mucha ilusión. Pero la ciencia es lo mío, a pesar de que me gusta escribir.
Un abrazo Juanfran