martes, 2 de marzo de 2010

Sí, tú...

Y te descubres admirando a alguien prohibido, o a alguien a quien nunca conociste y con quien construyes toda una vida... Y sin vivirlo te sientes tan dentro que la rabia te corroe al notar la imagen desvanecerse en tu mente. Y las relaciones son sólo algo irreal, pero las miradas entre tú y lo prohibido siguen dentro de ti. Sólo tú entiendes esas miradas, que nunca traeran nada más que su propio recuerdo, mientras siguen ardiendo lentamente en el fondo de ti hasta que con el paso del tiempo se hundan un poco más profundo y pienses que ya no existen. Sin embargo siguen ahí, siempre siguen ahí... aunque confundidas con la nada... por siempre.

Para aquel que no solo miró, sino que mantuvo su recuerdo en mí...

1 comentario:

oxnex dijo...

Olvidar es un poco como matar al olvidado, y como morir uno mismo, una parte de uno mismo.
Si bien, es un crimen inevitable, aunque siempre incompleto. Siempre queda un nombre, un lugar, una sensación, un olor...