Maldita sea, ¿dónde están mis ideas? El tiempo de ocio me debería ayudar, sin embargo mi cerebro se seca de tanto llorar por el caos en el que vive... Creo que debería escribir un diario, leer Ana Frank me recuerda que yo también fui esa niña que escribía cosas de los demás y de lo que pensaba. Y que de alguna forma conseguía dar forma a mis ideas. Ahora entre éstas reina la tolerancia y ella impide que unas aplasten a otras de manera implacable, como debería ser para definir un
camino que me guíe a algún sitio. Hablo de ideas de amor, trabajo, familia, amistad... en orden decreciente de desfiguración. Hacerse mayor y tolerante en exceso es una mierda.
2 comentarios:
Bueno, el camino no se define solamente aplastando unas ideas sobre otras... A veces cabe dejar espacio a la improvisación, al factor random, o quién sabe si a la providencia...
En cualquier caso el camino se irá formando conforme avances, y únicamente verás lo recorrido. El por recorrer es un misterio. :-)
Como dijo un filósofo-pensador vividor, se trata de un árbol que estás talando. Si luego además quieres aplastar las ramas...cómo si las quemaras tú.
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